viernes, 23 de julio de 2010

ESPIRITU SANTO

Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo. Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza mística. Otros entienden al Espíritu Santo, como el poder impersonal que Dios pone a disposición para los seguidores de Cristo. ¿Qué dice la Biblia acerca de la identidad del Espíritu Santo? Puesto en una manera sencilla, la Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios. La Biblia también nos dice que el Espíritu Santo es una Persona, un Ser con una mente, emociones, y una voluntad. Esto lo podemos palpar en Hechos 5:3,4 “Ananías-le reclamo Pedro- ¿Cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al espíritu santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿A caso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido ¿no está el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurre hacer esto? ¡No has mentido a los hombres si no a Dios”.

Es una clara declaración de que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios. También podemos saber que el Espíritu Santo es Dios, porque El posee los atributos o características de Dios. Por ejemplo, el hecho de que el Espíritu Santo es omnipresente, lo vemos en Salmos 139:7-8 “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”. Luego, en 1 Corintios 2:10 vemos la característica de la omnisciencia del Espíritu Santo. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”


Podemos conocer que el Espíritu Santo es en verdad una Persona, porque El posee una mente, emociones y una voluntad. El Espíritu Santo piensa y sabe (1ª Corintios 2:10). El Espíritu Santo puede ser afligido (Efesios 4:30) El Espíritu intercede por nosotros (Romanos 8:26-27). El Espíritu Santo hace decisiones de acuerdo con Su voluntad (1ª Corintios 12:7-11). El Espíritu Santo es Dios, la tercera “Persona” de la Trinidad. Como Dios, el Espíritu Santo puede funcionar verdaderamente como el Consejero y Consolador, como Jesús prometió sería (Juan 14:16, 26; 15:26).

En mateo 12:31,32 habla claramente de la blasfemia contra el espíritu santo y dice que si alguno blasfema contra el hijo de Dios será perdonado, pero si blasfema contra el espíritu santo no se le perdonara. Claramente la blasfemia es un insulto dirigido a Dios.

En 1 de Corintios 2:9 Pablo nos asegura que podemos tener el conocimiento de las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. ¿Y cómo podemos conocerlo? “pero Dios nos revelo a nosotros el espíritu” (v. 10). ¿y cómo el espíritu sabe esto? “porque el espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el espíritu de Dios” (1 Cor. 2:10,11).
Aquí debemos señalar que el espíritu escudriña las cosas profundas de Dios y conoce las cosas de Dios. “Elena de White nos ha dado algunos comentarios explicativos muy directos y concisos sobre 1 de Corintios 2:11 y Romanos 8:16. El espíritu santo tiene una personalidad, de lo contrario no podía dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros espíritus que somos hijos de Dios. Debe ser una persona divina, además porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están ocultos en la mente de Dios” (La trinidad pág. 77).
El espíritu santo siempre ha existido. Estuvo presente cuando se creó el mundo, cuando Jesús se bautizó estuvo a su lado. De hecho el espíritu santo ha ayudado al ser humano desde el principio. Él fue quien inspiro a los autores de la biblia para que recordaran todo lo que había pasado y les revelo cosas a futuro, estimulo a los mensajeros para compartir su pensamientos, los inspiro para escribir himnos y poemas.

Uno de los tantos casos de inspiración es la de moisés. Los instrumentos humanos fueron elegidos por Dios y fueron inspirados por el espíritu santo para comunicar el consejo y propósitos de Dios para su pueblo.

El espíritu santo también provee los domos:
1. Palabra de sabiduría.
2. Palabra de ciencia.
3. Fe.
4. Dones de sanidad.
5. Hacer milagros.
6. Profecía.
7. Discernimiento de espíritus.
8. Diversos generales de lenguas.
9. Interpretación de lenguas.
(1 Corintios 12:8,10)
1. Profesa.
2. Servicio.
3. Enseñanza.
4. Exhortación.
5. Repartir.
6. Presidir.
7. Hacer misericordia.
(Romanos 12:6,8)
1. Apóstoles.
2. Profetas.
3. Maestros.
4. Los que hacen milagros.
5. Los que sanan.
6. Los que ayunan.
7. Los que administran.
8. Los que hablan en lenguas.
9. Los que interpretan lenguas.
(1 Corintios 12:28,30)
1. Apóstoles.
2. Profetas.
3. Evangelistas.
4. Pastores.
5. Maestros.
(Efesios 4:11)

Con la ayuda del Espíritu Santo, eres capaz de llevar a cabo cualquier tarea y de superar cualquier dificultad. El te dará consejos, inteligencia para resolver los problemas y las fuerzas necesarias para seguir a Jesús. El Espíritu Santo da, a quien le es fiel, preciosos regalos o dones. Estos dones se van aumentando si así lo pides en la oración. El entra en ti el día de tu bautismo y su acción se hace más fuerte en tu alma, siempre que haces un acto bueno.


Si sabes que el Espíritu Santo vive dentro de tu alma, por medio de la oración, debes pedirle que te ayude siempre, que te enseñe lo que debes de hacer en todas tus necesidades. Nadie puede arrebatarte el Espíritu Santo porque vive dentro de ti, solo puedes alejarlo de tu corazón tú mismo, cuando cometes un pecado. El Espíritu Santo permanece para siempre en tu alma si crees y amas a Dios, actuando sin que te des cuenta: Él es tu amigo, te aconseja y te anima en momentos difíciles.

















BIBLIOGRAFIA

• Hechos 5:3-4
• Salmos 139:7-8
• 1 Corintios 2:10
• Efesios 4:30
• Romanos 8:26-27
• 1 Corintios 12:7-11
• Juan 14:16-26
• Juan 15:26
• 1 Corintios 2:9
• 1 Corintios 2:10
• 1 Corintios 2:10-11
• La trinidad página 77
• 1 Corintios 12:8-10
• Romanos 12:6-8
• 1 Corintios 12:28-30
• Efesios 4:11

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